Según la constitución de Esparta, la sociedad espartana estaba dividida en tres grupos:
- Homoioi (los iguales). Espartanos de pleno derecho.
- Periecos Perioikoi. No son ciudadanos, pero se encargan de la vertiente artesanal y comercial de la economía.
- Hilotas. Esclavos del estado. Se trata del escalón más bajo de la sociedad espartana.
Se cree que los periecos eran los habitantes de las ciudades costeras y de algunos asentamientos tierra adentro de Laconia conquistados por los espartanos pero no reducidos a la condición de ilotas.
Los periecos eran hombres libres que tenían ciertos derechos, a excepción de los políticos. Vivían y cultivaban sus tierras en asentamientos sometidos a la autoridad de Esparta, alejados del núcleo central espartano en torno al Eurotas, donde se situaban los klêros cultivados por los ilotas (de ahí el nombre, puesto que periecos significaba que viven alrededor de, es decir, alrededor de Esparta).
En efecto, vivían en la costa y en las zonas montañosas de Laconia.
La tierra en que vivían podía ser comprada y vendida, pues no pertenecía al estado.
Dependiendo de la ubicación de los asentamientos, su actividad variaba, aunque las principales serán la artesanía y al comercio (también se dedicaban a la agricultura y la ganadería).
Podían incluso participar en los Juegos Olímpicos y poseer esclavos.
Los núcleos de población de los periecos llegaron a desarrollar cierta autonomía.
El control de los periecos está en manos de magistrados espartanos, los harmostes.
Había veinte harmostes, uno por cada división del territorio perieco.
Los periecos tenían varias obligaciones hacia el estado: fundamentalmente en el servicio militar (los periecos debían proporcionar contingentes de hoplitas que combatían junto a los espartanos aunque en unidades separadas; también formaban la tripulación de la escasa marina espartana), la manufactura de algunos artículos y el pago de tributos (los mismos que los ciudadanos espartanos).
Tampoco podían casarse con espartanas.
No se encuentra registrada ninguna rebelión o sublevación protagonizada por los periecos, por lo que cabe deducir que su posición en el estado espartano era llevadera.
Debían pagar una contribución al Estado.
Vivían en comunidades de organización autónoma en Laconia, en torno a los lugares ocupados por los espartiatas, en Cinura, en la isla de Citera y en Mesenia.
Podían incluso desempeñar cargos de importancia y responsabilidad, como el perieco Diníada que aparece al mando de una de la flota peloponesia.
Probablemente eran descendientes de poblaciones locales sometidas por los dorios.