La Sisitia
La Sisitia - es más frecuente encontrarla en plural, sisitias- (griego antiguo, τὰ συσσίτια ta sussítia) eran, en la Antigua Grecia, comidas colectivas de hombres y de jóvenes de un grupo social o religioso, especialmente en Creta y en Esparta, pero también en Grecia.
Los banquetes evocados por Homero se relacionan con esta tradición. Se han encontrado huellas de comidas semejantes tanto en Cartago como en Roma.
En Esparta
En Esparta, donde el sistema era el más evolucionado, eran llamadas también «fiditias» (φειδίτια pheiditia, de ἔδω edô, comer): se trataba de un banquete cotidiano y obligatorio, comparable al comedor de oficiales y suboficiales de los militares.
La participación en las sisitias era, como la educación espartana, obligatoria para formar parte de los Homoioi, los Iguales o espartiatas.
El espartiata era admitido en una sisitia a partir de los 20 años de edad, después de un ritual descrito por Plutarco: el joven debe ser admitido por unanimidad por sus futuros camaradas.
El voto se realizaba mediante bolitas de pan metidas en un vaso.
Cabía la posibilidad de que el joven fuera presentado por su erastés, es decir, el de más edad en una relación pederastica.
Cada convivio debía aportar a la olla común un cuarta parte mensual, el φιδίτης phiditês, cuya composición conocemos por Dicearco (nombrado por Ateneo) y Plutarco (ibid., 12): 77 l de cebada, 39 l de vino, 3 kg de queso, 1,5 kg de higos y 10 óbolos eginetas, que servían para comprar la comida.
Ésta servía para confeccionar el plato principal, el caldo negro (μέλας ζωμός, melas zômos), cuyos ingredientes conocemos por Ateneo: cerdo, sal, vinagre y sangre.
El kleros, porción de tierra concedida a cada espartano y cultivada por los hilotas, debía permitir a cada ciudadano pagar su escote.
Si se revelaba incapaz de ello, era excluido de la sisitia.
El número de convivios por sisitia permanece vago.
Plutarco indica en su Vida de Licurgo que la sisitia reunía a una quincena de personas, y explica en su obra, Vida de Agis, que el rey quería repartir a los 4.500 ciudadanos en 15 fiditias de 400 o 200 miembros, es decir, 7 fiditias de 200, 7 de 400 y 300 hippeis (caballeros).